"Mi hijo no quiere comer" Rechazo alimentario y algo más
- Claudia Salazar Arrivé, Fonoaudióloga Centro Amún

- 1 sept
- 4 Min. de lectura
Por Claudia Salazar, Fonoaudióloga Centro Amún

¿Tu hijo cierra la boca al ver la cuchara? ¿Llora o se pone ansioso a la hora de comer? ¿Sólo acepta ciertos alimentos, texturas o temperaturas? Si estas escenas te resultan familiares, no estás solo. Muchos padres enfrentan desafíos a la hora de alimentar a sus hijos, y lo que parece un simple "capricho" puede ser en realidad un rechazo alimentario que necesita evaluación profesional.
El acto de comer, para muchos, es una actividad cotidiana y fácil, sin embargo, es una de las actividades físicas más complejas que realiza el ser humano. En este acto participan una gran cantidad de músculos tanto para masticar como para tragar, además de la coordinación de los sistemas sensoriales involucrados. Adicionalmente, debemos considerar otros aspectos, tales como el desarrollo (motor, intelectual y emocional), el aprendizaje, la nutrición y el entorno. Dicho esto, podemos entender que la alimentación es una actividad que representa sortear muchos desafíos que comúnmente no son visualizados por el común de las personas.
Es importante mencionar también que existen hitos en el desarrollo de la alimentación, por consecuencia, la selectividad alimentaria sería natural en la primera infancia, ya que gran porcentaje de los niños son comedores selectivos en algunos de sus primeros años. De acuerdo a los Hitos del Desarrollo de la Alimentación descritos por SOS Approach to Feeding, durante los primeros meses, además de ir madurando poco a poco el control motor oral y la estabilidad postural para la alimentación, a nivel sensorial, los bebés pueden discriminar y reconocer sabores dulces (como la leche materna) y rechazar sabores amargos y /o ácidos. Poco a poco, a medida que se van desarrollando, comienzan a incorporar de mejor manera distintos sabores y texturas en su alimentación y esta selectividad va disminuyendo con el paso del tiempo.

Sin embargo, ¿qué sucede cuando la alimentación se va volviendo desafiante día a día, la dieta se hace restrictiva, hay deficiencias nutricionales por una dieta poco variada e incluso se observan conductas emocionales negativas ante el proceso de alimentación o incorporación de nuevos alimentos? ¿Podríamos estar enfrentádonos a un trastorno que necesita la intervención de un especialista?
Cada día es más habitual la derivación de niños con estos desafíos a profesionales, comúnmente fonoaudiólogos y terapeutas ocupacionales especialistas en rechazo alimentario, por presentar conductas como:
Rechazo a ciertas texturas (comidas crujientes, blandas, húmedas, etc.)
Preferencia extrema por alimentos repetitivos
Dificultad para masticar o tragar
Náuseas, vómitos o arcadas frente a ciertos alimentos
Rabietas o ansiedad durante las comidas
Rechazo a ser alimentado por otros
Alimentación extremadamente limitada y con riesgo nutricional
El rol del fonoaudiólogo y/o terapeuta ocupacional especialistas en rechazo alimentario siempre será evaluar si existen poblemáticas a nivel motor- oral para masticar o tragar, alteraciones a nivel sensorial y patrones de conducta alimentaria disfuncional. Posteriormente, podremos distinguir si estamos frente a un niño más selectivo/quisquilloso para comer o “picky eater” o frente a un niño con una problemática mayor.
El trastorno de evitación/restricción de la ingesta de alimentos (ARFID por sus siglas en inglés) se caracteriza, como su nombre lo dice, por la evitación persistente y/o restricción de la ingesta alimentaria, alteración en la alimentación o en los patrones de alimentación sin que su origen o base sea un temor en el aumento del peso ni un enfoque en la imagen corporal, característico de otros trastornos de la conducta alimentaria.

En usuarios que presentan ARFID se observan 3 características principales: 1: falta de interés en la comida, 2: selectividad basa en la sensibilidad sensorial, 3: miedo a las consecuencias aversivas (náuseas, vómitos, arcadas, dolor, entre otras). Este trastorno podría llegar a conducir, a quienes lo padecen, a una baja de peso o retraso en el crecimiento, deficiencia nutricional, dependencia de suplementos nutricionales y/o interferencias significativas en el funcionamiento psicosocial. Teniendo esta definición más clara, es importante mencionar que las estrategias de los padres durante las comidas pueden predisponer o mantener este rechazo alimentario. Forzarlos a comer o ceder constantemente a sus preferencias no resuelve el problema y puede generar más ansiedad, carencias nutricionales e incluso, afectar su desarrollo general.
Usualmente, podemos identificar que los niños que tienen una selectividad alimentaria, incorporan mayor cantidad y variedad de alimentos, al menos 1 alimento de la mayoría de los grupos nutricionales (lácteos, proteínas, frutas/verduras, etc) y texturas, versus aquellos con una problemática mayor de alimentación, quienes podrían rechazar categorías enteras de texturas de alimentos o grupos nutricionales. Este tipo de distinción, permitiría determinar mejor el nivel de apoyo y direccionar mejor el tratamiento, siempre teniendo el foco en el nivel nutricional y condición física del niño.
Cuanto antes se intervenga, más fácil será ampliar su repertorio alimenticio y evitar complicaciones.
¿Cuándo consultar?
Si tu hijo come una cantidad limitada y poco variada de alimentos.
Si sólo acepta alimentos de una misma textura (papillas, líquidos o sólidos).
Si no acepta ningún alimento nuevo.
Si tiene antecedentes de reflujo, vómitos frecuentes o llanto durante la comida.
Si notas que no mastica bien o se le “hace bola” la comida y la termina botando.
Si el momento de comer es una batalla diaria.

Cada comida es una oportunidad de nutrir el cuerpo… y también el vínculo. Si algo no va bien en ese proceso, no lo enfrentes solo. Un especialista fonoaudiólogo o terapeuta ocupacional especialista en selectividad o rechazo alimentario puede ayudarte a descubrir qué está pasando y, sobre todo, cómo mejorar la experiencia de comer en familia.
¿Tienes dudas sobre la alimentación de tu hijo? Consultar a tiempo puede hacer una gran diferencia.
Referencias:
“Trastorno evitativo y restrictivo de la ingesta de alimentos”, Zerimar Ramírez ; Sasidhar Gunturu, 2024
“Correlatos característicos del rechazo alimentario en niños preescolares: una revisión narrativa”, Anouk JP van den Brand y cols. Elsevier ScienceDirect 2023.
“Estrategias parentales de alimentación en niños con un Trastorno de Evitación/Restricción de la Ingesta de Alimentos (ARFID): Asociación con la conducta de rechazo a los alimentos” , Saravia y cols. Andes pediatr. vol.93 no.6 Santiago dic. 2022
“Trastorno por evitación y restricción de la ingesta de alimentos”, Sujatha Seetharaman y cols, Pedriatrics in Review, 2020
Hitos del desarrollo en la alimentación, SOS Approach to Feeding
How to tell the difference between picky eating and ARFID (Avoidant Restrictive Food Intake Disorder), EDFA, Eatin Disorders Families Australia.
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